No se pinchan: empresa que producía globos quebró y es recuperada por los trabajadores
Hace 11 años, una empresa que se dedicaba a fabricar globos cerró y dejó en la calle a 80 trabajadores y trabajadoras, quienes recargaron fuerzas, exigieron lo suyo y armaron su cooperativa. Con largo aliento, La Nueva Esperanza produce más de 150.000 por día y es la única en su tipo.
“Cerrado hasta nuevo aviso”. Ese lunes del verano de 2004 no fue como cualquier otro: ese aviso, frío, les daba la mala noticia a los operarios, quienes no pudieron entrar a la fábrica. Ninguna explicación más, ningún llamado telefónico a sus casas, ni telegrama de despido. Nada. Entonces, algunos de los trabajadores se colgaron del portón y miraron hacia adentro: no había rastro de ninguna de las máquinas, se las habían llevado a todas durante el fin de semana.
Con una desesperación que quitaba el aire, recordaron que una de las secretarias de la patronal había comentado que el dueño pensaba montar ese establecimiento porteño en Talar de Pacheco, al norte del conurbano bonaerense. Hacia allí partieron. “Por esas conversaciones nos fuimos a buscarlos a Talar con los compañeros Norma, Nereo y Domingo. Los buscamos (a los dueños) durante una semana y no los podíamos encontrar. Estábamos en medio de una zona industrial. Y ya cansados de buscarlos, sin ánimos de nada ni plata, nos dijimos que ese viernes sería el último día de búsqueda”. Lo recuerda Emilio Valiente, ahora al frente de la Cooperativa La Nueva Esperanza (ex Global). Bravo como el resto de sus compañeros y compañeras, evoca que por las calles de esa localidad de Tigre se encontraron a un barrendero. “Nos dijo que buscásemos a la vuelta que había un depósito grande, cerrado, y que si no estaba ahí, que nos olvidásemos, que estaba todo ocupado”.
Fueron con esperanza pero se desinflaron, solo por un rato. “Ya nos íbamos pero yo –nos cuenta Emilio- me quedé un cachito atrás. Veo dos bolsas negras de basura cerradas y se me ocurre desatarlas. Mirá cómo es la vida: adentro veo todos los papeles de la empresa, globos, todo. Les pegué el grito, ¡es acá, acá están!”. Al día siguiente fueron 18. Montaron una carpa y exigieron la devolución de las maquinas.
En total, fueron 11 meses de acampe y en marzo de 2005 volvieron a lo suyo: abrieron las puertas del galpón de Talar, cargaron las máquinas y las llevaron a la sede porteña, en el barrio de Monte Castro. Al año siguiente lograron la aprobación de la ley de expropiación del inmueble y recuperaron gran parte de los clientes perdidos.“Y aquí estamos, en Marcos Paz 2561, con las máquinas en funcionamiento, con 35 compañeros que estamos trabajando, de 18 que recuperamos. Todos somos responsables de lo que hacemos. Cada cual, cuando entra a las 7 de la mañana ya sabe qué tiene que hacer, cómo cuidar las herramientas, las máquinas”. Así marca la diferencia Emilio: entiende que la autogestión les da más beneficios que laburar para un patrón pero también más responsabilidades. Una fiesta Con forma o lisos, perlados, sellados, de agua, para propaganda y hasta piñatas; esos son algunos de los productos de La Nueva Esperanza, la única empresa argentina que fabrica globos.
Por día producen 150.000, a base autogestiva, esa que toma aire y sopla, para no pincharse.
Fuente: Autogestionadas