10 talleres diferentes sobre consumo crítico y responsable
A pesar de que muchas voces defienden la educación en un consumo crítico y responsable, son pocas las materias educativas que lo abordan con esa perspectiva. Estos materiales son el resultado de los 13 años de trabajo de ConsumeHastaMorir en el campo de la sensibilización en consumo responsable.
¿Por qué educar sobre consumo y publicidad?
La educación sobre consumo se ha limitado frecuentemente a una especie de educación vial pero con el carrito de la compra en las manos, es decir, una formación técnica que no pone en cuestión elementos clave de nuestra sociedad de consumo, a pesar de haberse demostrado como social y medioambientalmente insostenible. La publicidad, a pesar de transmitir cada día valores, construir modelos de ocio y patrones de comportamiento, también es una materia poco habitual en las aulas.
En ese sentido, parece imprescindible la elaboración y puesta en marcha de materiales educativos desde una perspectiva crítica del consumo. Estos diez talleres didácticos tienen la ventaja de que pueden adecuarse tanto a distintos ciclos de la educación formal como a la educación no formal de jóvenes y adultos. Son materiales para trabajar en clase, algunos son adaptaciones de otros materiales muy conocidos y otros son de creación propia, resultado de los 13 años de trabajo de ConsumeHastaMorir en el campo de la sensibilización en consumo responsable.
TALLERES PARA TRABAJAR EL CONSUMO CRÍTICO Y RESPONSABLE
1. Tu Mundo de 100 habitantes
Este primer taller sirve de iniciación a las temáticas de consumo, con un acercamiento visual e intuitivo a la sociedad en la que vivimos. La dinámica consiste en la reducción de grandes datos mundiales a la escala de un micromundo de 100 habitantes, algo manejable y comprensible para las personas que participan. A pesar de eliminar la pluralidad y complejidad de los fenómenos, es muy intuitivo para alumnos de secundaria.
Qué necesitamos
Para realizar el taller tendremos que buscar información en diversas páginas web, pero no es necesario completar todos los pasos en clase, si en ella no disponemos de acceso a Internet.
Pasos a seguir
Las personas que participan en el taller pactan las características que les interesan conocer sobre las personas que habitamos el planeta. Por ejemplo: el número de habitantes de cada continente, el número de hombres y mujeres, el número de personas de distintas razas, el número de personas de cada religión, el número de personas de cada orientación sexual, cómo es el reparto de la riqueza, el número de personas que se consideran “clase media”, etcétera. Cuantas más personas participan, más cuestiones se pueden elegir.
Ahora se forman grupos de personas participantes y se reparten las cuestiones elegidas. Cada grupo tendrá que averiguar los datos que le tocan y traducirlos a la escala del micromundo que estamos diseñando, es decir, reducir la información de una población de 7.000 millones de habitantes a una pobación de 100 personas. Por ejemplo, si el 52% de la población son mujeres, entonces, en nuestro micromundo, hay 52 mujeres.
Con toda la información aportada por los grupos creamos un listado (o una infografía, o un conjunto de gráficas...) que nos permita conocer de un vistazo ese micromundo de 100 habitantes. Este es un ejemplo:
Podemos terminar el taller haciendo un debate sobre los resultados obtenidos. Por ejemplo: ¿Qué nos ha sorprendido en este micromundo de 100 habitantes?
2. ¿Qué necesitas de lo que compras?
Esta es una actividad didáctica para analizar nuestras necesidades de consumo y su aspecto ’aspiracional’: Consumir es utilizar o gastar productos y recursos naturales para satisfacer necesidades o deseos. Cuando nos referimos a la sociedad de consumo estamos hablando del complejo sistema que posibilita esta satisfacción de necesidades o deseos. Por eso, la primeras preguntas pertinentes son: ¿Cuales son nuestras necesidades? De todo lo que compramos, ¿qué necesitamos realmente?
Qué necesitamos
Para realizar la actividad únicamente será necesario papel y lápiz.
Pasos a seguir
Se divide a las personas que participan en subgrupos de tres personas. A cada uno de ellos se le da un listado con las siguientes cosas:
Dormitorio propio. Dulces. Educación. Comida nutritiva. Protección contra la discriminación. Una tele. Dinero para gastar como queráis. Viajes de vacaciones. La oportunidad de expresar tu opinión y ser escuchado. Agua potable. Protección contra el abuso y el abandono. Ropa de última moda. Una bici. La oportunidad de practicar tu propia religión. Un ordenador. Atención médica cuando la necesites. Aire limpio. Lugares públicos para estar con los amigos/as y practicar deporte. Un MP3 Una casa.
A continuación, quienes dinamizan el taller explican que este es el listado de cosas que todas las personas que habitan una pequeña ciudad, tras un intenso debate, han elegido como importantes para vivir. Pero tiempo después viene una crisis y se ven ogligados a reducir el listado a solo 7 cosas, las mas imprescindibles.
Cada grupo tendrá que decidir, en 20 o 30 minutos, con qué 7 cosas se quedan y apuntarlas en un papel.
Una vez pasado el tiempo, cada grupo cuenta sus 7 cosas y se apuntan en una pizarra u hoja de papel.
Si las listas de los distintos grupos no coinciden, se abre un debate sobre aquellas cosas donde no hay coincidencias.
El taller termina con un pequeño debate sobre lo trabajado. Para ayudar al debate, pueden lanzarse preguntas como las siguientes:
¿Qué artículos de la lista eran deseos y cuáles necesidades? ¿Cuál es la diferencia entre deseos y necesidades?
¿Los deseos y las necesidades difieren de una persona a otra? ¿Y de una sociedad a otra? ¿Por qué sí o por qué no?
¿Consumimos según necesidades o deseos?
¿Consumimos todos y todas por igual?
3.De excursión al Carritour
Según un informe de la UE en los supermercados e hipermercados consumimos de media un 20% más de lo que esperábamos antes de entrar y el 70% de las decisiones de compra se toman dentro del establecimiento. Por ello, aunque los centros comerciales y las grandes superficies son lugares muy frecuentados, en esta actividad proponemos dejar de ser meros clientes para analizar el centro comercial de una forma más crítica. Este taller consiste en visitar un centro comercial o un supermercado con el fin de contestar a la siguiente pregunta: ¿Qué estrategias se utilizan para hacernos comprar más de lo que pensábamos en un principio?
Qué necesitamos
Serán necesarias unas hojas y bolígrafos. Parte del taller se realizará en un supermercado o en un centro comercial. La otra se puede realizar en clase o en un parque cercano al supermercado que hemos visitado.
Pasos a seguir
Nos dividimos en grupos de tres personas y una de ellas lleva un cuadernito para ir apuntando. Entramos en el supermercado o centro comercial y vamos anotando las estrategias de venta que vamos percibiendo. Nos damos 20 minutos para hacerlo.
Una vez fuera, en clase o en un parque, ponemos en común las estrategias recopiladas e intentamos ordenarlas de más a menos efectivas.
Para terminar, hacemos un pequeño debate sobre lo trabajado. Como ayuda pueden leerse estas estrategias comerciales y las preguntas que las acompañan:
La ubicación del tipo de productos en el supermercado según su necesidad. Por ejemplo, productos como el pan se colocan lejos de los accesos para que tengamos que recorrer un buen trozo de supermercado. ¿Qué otros productos están alejados?
La colocación de los productos en las estanterias. Los productos que interesa vender están a la altura de los ojos ¿Cúales son?
La ubicación de la oferta. Algunos productos en oferta no se encuentran justo al lado del resto de productos similares, con el fin de que no se pueda comparar. ¿Son realmente oferta los productos en oferta?
La música rápida favorece el ritmo de compra de los clientes y la lenta al contrario, según interesa al centro.
Los estantes que rodean las cajas están pensados para tentarnos mientras esperamos la cola. Llevan productos de bajo coste y que el cliente suele olvidar o caprichos para niños. ¿Por qué no se incluyen en estos estantes productos de bollería?
Los montones de productos, por ejemplo de prendas de ropa, dan la sensación de que el producto está muy rebajado pero no siempre es así. ¿Qué debe cumplir un producto para considerarse rebajado?
Los clientes solemos creer que un gran hipermercado tiene de todo lo que necesitamos, pero si nos fijamos no es cierto. ¿Qué cosas faltan en un gran hipermercado?
En los centros comerciales, el espacio imita muchas veces a una ciudad, con árboles, bancos para sentarse, etcétera. ¿Qué características hacen que sean sitios agradables para pasar el tiempo? ¿Qué sitios ofrecen cosas parecidas en la ciudad?
4.Hablando eslóganes
Con esta actividad se pretende mostrar la especificidad del lenguaje comercial y las reglas básicas que lo articulan, para conocer mejor cómo funciona la publicidad y poder desarrollar una mirada crítica como consumidores y consumidoras. La tarea consiste en traducir una conversación cotidiana a un formato comercial: por ejemplo, ¿podrías invitar a alguien a la fiesta que vas a celebrar por tu cumpleaños utilizando eslóganes publicitarios?
Qué necesitamos
Para realizar la actividad únicamente será necesario papel y lápiz.
Pasos a seguir
Para empezar, cada persona participante redacta su invitación de cumpleaños utilizando eslóganes publicitarios y también una posible respuesta a esa invitación. Este sería un ejemplo:
Persona A: ¡Hombre Pedro!, tengo una oferta que no podrás rechazar: Ahora puedes aprovechar y unirte, de forma totalmente gratuíta, a mi cumpleaños, el próximo sábado a las 9 de la noche en mi casa.
Persona B: Lo siento, Ana, el tiempo es oro, por eso yo siempre confío en María, que me ofrece los mejores eventos para el fín de semana.
A continuación nos dividimos en grupos de 2 personas. Una de ellas lee la conversación que ha escrito y la persona que escucha responde. Luego cambian de rol. Al final, cada una aporta sugerencias para que mejoren las conversaciones, que se pueden extender tanto como queramos. Por ejemplo, a la conversación anterior se le puede añadir:
Persona A: ¡Pero aún hay más! Si me llamas ahora mismo, puedes acudir con una persona acompañante que desees y obtendrás comida y bebida gratis.
Persona B: No sé, se lo diré a María, pero ella siempre disfruta de sus mejores momentos en el café Luciérnagas, en la calle leganitos 23.
A continuación se hace una puesta en común y cada pareja, si hay tiempo, escenifica su conversación.
El taller termina con una reflexión sobre las características comunes del lenguaje publicitario. Para generar el debate se puede empezar formulando estas preguntas:
¿Es exagerado el lenguaje de los anuncios?
¿Atendemos más a los anuncios por utilizar este tipo de lenguaje?
¿Si todo el mundo sabe que este lenguaje es exagerado, por qué se sigue usando?
5.Tres modelos de camisetas 100% algodón
Este taller intenta profundizar en los distintos modelos de producción de la ropa que compramos, a través de la información que recibimos de la etiqueta del producto y de otras fuentes en Internet. Es, por tanto, una forma de aprender herramientas básicas para analizar de forma crítica los aspectos que entran en juego en el consumo.
Qué necesitamos
Tres camisetas 100% algodón distintas, con sus correspondientes etiquetas: una es de marca conocida, la otra no tiene marca (del mercadillo o comercio barato), y otra de comercio justo.
Pasos a seguir
Para empezar, nos dividimos en grupos de cuatro o cinco personas, que serán los equipos de investigación. A cada equipo investigador (o cada dos equipos, dependiendo del numero de personas que participan) le tocará en un pequeño sorteo el tipo de camiseta que debe investigar. El trabajo que debe presentar cada grupo tiene que responder a las siguientes preguntas:
¿Qué precio estimado tiene la camiseta? ¿En qué tipo de tiendas podemos encontrarlas? ¿De dónde pudo haber salido el algodón para hacerla? ¿En qué condiciones laborales se cultivó el algodón? ¿En que lugar y en qué condiciones laborales se ha fabricado esta camiseta? ¿Cuanto puede haber cobrado un trabajador por hacerla?
A continuación se ponen en común los resultados de la investigación. Una persona de cada grupo cuenta los resultados de la investigación.
Para terminar, se organiza un pequeño debate valorando las ventajas e inconvenientes de cada una de las camisetas. Como guión del debate se pueden formular preguntas de este estilo:
¿Qué información sobre el producto no refleja la etiqueta?
¿Por qué se omite información en la etiqueta? ¿Tiene esto alguna implicación para el consumidor o la consumidora?
¿Es fácil para los consumidores saber qué personas y de qué países han participado en cada producto?
¿Si la camiseta de comercio justo es más justa, por qué no compramos siempre este tipo de productos?
6. El juego de los soportes publicitarios
La publicidad es parte esencial de la actividad comunicativa. Está en los medios de comunicación y muchos otros aspectos de nuestra vida. Pero no conocemos todos los canales que hoy se usan para hacer publicidad. En este juego vamos a repasar cuántos conocemos.
Qué necesitamos
Será necesaria una pizarra, unas hojas y bolígrafos. La actividad se realizará en un aula.
Pasos a seguir
Nos dividimos en grupos de tres personas, excepto una persona que hará de guía de la actividad. Esta persona comienza el juego diciendo una letra del abecedario al azar y los grupos deben buscar, lo antes posible, un soporte publicitario que empiece con esa letra para cada una de estas secciones:
A. Soporte publicitario en el espacio urbano (calles, edificios, mobiliario urbano...)
B. Soporte publicitario en medios de comunicación (televisión, radio, periódico, internet...)
C. Soporte publicitario en el punto de venta (tienda, supermercado, centro comercial...)
D. Soporte publicitario en tu espacio privado (tu casa, tu teléfono...)
Por ejemplo, un soporte publicitario es una avioneta en el cielo con un cartel publicitario. Los soportes deben ser genéricos, es decir, se puede decir "ropa con publicidad", pero no hace falta destacar cada una de las prendas (calcetines, camiseta, pantalones...).
Cuando un grupo ha conseguido los cuatro soportes publicitarios (uno por cada apartado) que comienzan por la letra elegida, se para el juego y cada grupo dice sus resultados, apuntándose 10 puntos si la respuesta es correcta y no coincide con la de otro grupo y 5 puntos si la respuesta es correcta y sí coincide con la de otro grupo.
Pasado el tiempo estipulado para el juego, recontamos los puntos obtenidos por cara grupo.
7. Elaboración de un contranuncio utilizando el corta y pega
Los medios de comunicación dependen en buena parte del dinero que les aporta la publicidad. Por ello, no hay medio que se libre de los anuncios publicitarios y las revistas son uno de los casos más evidentes. En esta actividad, retocaremos directamente la publicidad que hay en una revista utilizando los recursos que la propia revista nos ofrece.
Qué necesitamos
Por cada grupo que participa, de tres personas, será necesario:
Una revista (tipo los dominicales de los periódicos, revistas de actualidad y moda...)
Un par de tijeras
Una barra de adhesivo para papel
Pasos a seguir
Primero nos dividimos en grupos de tres o cuatro personas y se reparten las revistas al azar (2 o 3 revistas por grupo).
Cada grupo buscará en su revista un par de anuncios interesantes y los arrancará de la revista. El objetivo será ahora transformarlo para poner en evidencia las exageraciones o características ficticias con las que se intenta hacer más deseable el producto.
Dedicaremos unos 40 minutos a recortar textos e imágenes del resto de la revista y los iremos pegando en el anuncio elegido hasta conseguir la transformación. Con pocos cambios se puede lograr que el anuncio diga incluso lo contrario, así que antes de ponernos a trabajar es recomendable analizar con detenimiento las posibilidades que tenemos.
Por último, dejaremos los trabajos en una mesa para que todas las personas puedan echarles un ojo.
8. Quién hay detrás de mis galletas
Un primer paso clave para un consumo crítico y responsable es tener información sobre la procedencia y forma de elaboración del producto que compramos. Normalmente, ni siquiera sabemos quiénes hay detrás de lo que consumimos. En esta actividad haremos un ejercicio de investigación, utilizando internet, para buscar esa información.
Qué necesitamos
Será necesario un aula y es preferible contar con ordenadores conectados a internet. Para realizar el taller tendremos que buscar información en diversas páginas web, pero no es necesario completar todos los pasos en clase, si en ella no disponemos de acceso a internet.
Pasos a seguir
Comenzamos dividiéndonos en grupos de cuatro o cinco personas, que serán los equipos de investigación. Cada equipo investigador (o cada dos equipos, dependiendo del numero de personas que participan) elige una marca de galletas conocida y distinta a la del resto.
A continuación cada grupo tendrá que buscar en internet información sobre esa marca de galletas. En concreto, habrá que averiguar quiénes son los propietarios o propietarias (y en que tanto por ciento) de la marca de galletas.
Una vez se ha cumplido el tiempo de búsqueda, cada grupo pone en común los resultados de la investigación.
Terminaremos el taller con un debate entre las personas asistentes. Las siguientes preguntas pueden facilitar el debate:
¿De dónde son las empresas dueñas de las galletas?
¿Crees que elaboran más productos además de galletas? ¿Cuáles?
¿Es fácil para el consumidor o consumidora conocer toda esta información?
9. La caja del producto
Casi todos los productos que se venden terminan siendo comercializados en un tipo de embalaje, caja o envoltorio, donde se destacan su marca y características. En este taller proponemos crear la caja de un producto ficticio, por ejemplo, destacando de una marca aquellas cosas que se esconden.
De esta forma podemos introducir en el aula un elemento tan cotidiano como la publicidad, aportando una visión creativa y crítica del modelo de consumo.
Qué necesitamos
Será necesario un aula, cartulinas grandes, rotuladores de colores, tijeras y revistas. Además se harán fotocopias de las cajas que usaremos como referencia. Por ejemplo:
Pasos a seguir
Cada persona que participe debe elegir el “producto” que va a empaquetar. Por ejemplo, se puede hacer un producto con las promesas de los políticos o con las falsas políticas medioambientales de una empresa.
A continuación, se reparten las cartulinas grandes y el resto de materiales entre los y las participantes.
Cada persona trabajará en su caja, dibujando primero en la cartulina las líneas que delimitan la caja. Después habrá que añadir la marca del producto, eslóganes y fotos (que se pueden obtener recortando revistas).
Esta caja de ejemplo corresponde a un taller realizado en Colombia y el resultado es un detergente que se ha demostrado muy potente para lavar dinero, el banco HSBC:
10. Cartel anticonsumista con técnica de creatividad
Este último taller consiste en la creación de un cartel anticonsumista a partir de una técnica de creatividad, herramientas de bajo coste que nos ayudan a poner en marcha el proceso creativo de forma colaborativa. En este caso, vamos a utilizar una técnica de creatividad basada en la asociación abierta de ideas.
Qué necesitamos
Para realizar la actividad únicamente será necesario papel y lápiz.
Pasos a seguir
Nos dividimos en grupos de tres o seis personas, dependiendo del número de participantes. Para empezar, cada grupo elige cual es la idea fuerza que quiere transmitir con este cartel anticonsumista. Esta idea fuerza debe poderse simplificar en un sólo enunciado.
Extraemos de esta idea general los dos conceptos clave. Por ejemplo: De la idea “El modelo de consumo actual es social y ambientalmente insostenible” extraemos los conceptos “consumismo” e “insostenibilidad”.
Ahora alguien del grupo dibuja un cuadro como este, incluyendo los conceptos clave:
Cada una de las personas que participa en la técnica completa una casilla sin pensárselo mucho, con lo primero que le venga a la cabeza. Si el grupo es de seis personas, cada una rellenará una. Veamos un ejemplo utilizando los conceptos anteriores. Como se puede apreciar, no se buscan respuestas evidentes, sino justamente descontextualizar los conceptos:
Ahora, cada una de las personas del grupo intentará articular relaciones entre las ideas que han surgido, relacionando unas casillas con otras, para buscar ideas gráficas (por ejemplo, una imagen o una acción) que transmitan lo que perseguimos, siguiendo, por ejemplo, este orden: 1A con 1B , 2B y 3B 2A con 1B , 2B y 3B 3A con 1B , 2B y 3B.
Cada uno irá apuntando las imágenes gráficas que le vienen a la cabeza al relacionar las casillas. El método más fácil es buscar un imagen resultante al sumar los dos conceptos que en cada caso se relacionan. Por ejemplo, la síntesis entre “Ruleta de hamster” y “De compras en el supermercado” podría ser un supermercado dentro de una ruleta de hamster, de tal forma que los consumidores habrían quedado atrapados como animales de experimentación.
Una vez ha pasado el tiempo estipulado para esta fase (por ejemplo, 20 minutos), cada persona del grupo explica al resto las relaciones que ha pensado. Alguien del grupo recopila todas las ideas expuestas que han resultado.
Ahora, la persona que ha recopilado todas las ideas las lee una tras otra. Si es necesario las explica o describe una segunda vez, de tal forma que el grupo decida con cual quedarse. La idea central elegida debe reproducir la idea fuerza de la que partíamos y, a la vez, ser potencialmente adaptable a los medios y públicos que hemos elegido.
Una vez tenemos la idea central, nos dedicaremos unos minutos a pulirla y mejorarla, de tal forma que terminemos de diseñar con ella la estrategia comunicativa.
Siguiendo el ejemplo anterior, de relacionar en la primera tabla de arriba 2A del concepto “consumismo” (carrito de la compra) con 3B del concepto “insostenibilidad” (“Te estás cavando tu propia tumba”) surge la idea de un carrito de la compra-sepultura, con una cruz encima (vamos, el icono de ConsumeHastaMorir ;-)
Fuente: El Salmón Contracorriente