Diez preguntas y respuestas sobre los transgénicos
¿Qué son los transgénicos?
Son alimentos genéticamente modificados mediante la biotecnología moderna con el fin de obtener características deseadas específicas, como por ejemplo, ser resistentes a algunos tipos de plagas y herbicidas, tener una mayor cantidad de vitaminas o minerales y así potenciar sus propiedades, o ser capaces de tolerar condiciones climáticas adversas.
En 1983 se produjo la primera planta transgénica del mundo y en 1994 se aprobó su comercialización. En la actualidad tienen mayor presencia en plantas como el maíz, la cebada o la soya.
¿Qué posiciones están encontradas? La biotecnología agrícola moderna se ha visto en la necesidad de crear alimentos genéticamente modificados para ofrecer posibilidades de mejorar la calidad y rendimiento de los cultivos, sin que se requieran tierras de cultivo adicionales, obtener mejores fibras, reducir los costos de producción y mejorar el contenido nutricional de los alimentos.
No obstante, según asegura la página oficial de Greenpeace, los cultivos transgénicos no alimentan al mundo, ya que el 99,5% de agricultores y agricultoras no los cultivan.
Asimismo, afirma que la agricultura industrial usa fertilizantes sintéticos y agroquímicos que contaminan nuestros suelos y aguas, recursos necesarios para producir alimentos sanos ahora y en el futuro. Este hecho contribuye al agravamiento del cambio climático.
Por otro lado, denuncia que solo diez multinacionales controlan casi el 70% del mercado mundial de semillas lo que significa que los y las agricultoras tienen poca capacidad de elección.
¿Es cierto que afectan a la biodiversidad? Según Greenpeace suponen un incremento del uso de tóxicos, contaminación genética y del suelo, pérdida de biodiversidad, desarrollo de resistencias en insectos y vegetación adventicia (“malas hierbas”) y efectos no deseados en otros organismos, teniendo efectos irreversibles e imprevisibles sobre los ecosistemas.
Por su parte, Monsanto, la mayor empresa productora de transgénicos en el mundo, señala que los cultivos genéticamente modificados son evaluados rigurosamente para garantizar su uso seguro en el medio ambiente, permitiendo tener un uso más eficiente de las tierras de cultivo.
¿Realmente son riesgosos para nuestra salud? Potencialmente suponen un riesgo para la salud: ya puede generar nuevas alergias, aparición de nuevos tóxicos, disminución en la capacidad de fertilidad en mamíferos alimentados con OGM, contaminación de alimentos, problemas en órganos internos, etc.
Sin embargo, Monsanto, señala que los alimentos biotecnológicos son sometidos a rigurosos análisis y estudios que determinan su seguridad y son base para permitir su comercialización, siendo respaldados por diversas instituciones internacionales.
No obstante, Greenpeace afirma que debido a los efectos inesperados e impredecibles, derivados de estas técnicas de ingeniería genética no se evalúan correctamente los riesgos sanitarios a largo plazo de los OGM presentes en nuestra alimentación o en la de los animales cuyos productos consumimos.
¿Se están desarrollando transgénicos animales? El año pasado, Estados Unidos desarrolló un salmón del tipo AquaBonty capaz de crecer en la mitad de tiempo y durante el invierno gracias al gen de la hormona de crecimiento de otra especie de salmón y al gen “anticongelante” de otra especie de pez. Este fue el primero en ser aprobado para el consumo humano en dicho país.
¿Qué países se oponen al ingreso de transgénicos a su territorio? Tan solo Ecuador y Venezuela se han opuesto al ingreso de OGM a sus países. Canadá, Estados Unidos, México, Argentina, China, Alemania España, Australia, Bolivia y el Perú son algunos de los países que utilizan los transgénicos. Actualmente, el 60% del maíz amarillo (para consumo de aves y porcinos), el 98% de soya y el 95% de aceites vegetales que se consume en nuestro país son genéticamente modificados, según informó el Ministerio de Agricultura.
Los Transgénicos en Perú: ¿Qué señala el reglamento de bioseguridad del Ministerio de Agricultura? El Reglamento de Bioseguridad, publicado el 15 de abril de este año, responde a la necesidad urgente de regular el uso de la biotecnología moderna (transgénicos) en el sector Agricultura para garantizar la biodiversidad, el medio ambiente y la salud de las personas.
En 1992 el Perú suscribió e incorporó a su legislación el Convenio sobre Diversidad Biológica que establece como tema prioritario la biotecnología y su manejo racional, señalando la necesidad de reglamentar la seguridad de su uso. En1999, se autorizó el uso de transgénicos en el Perú y se reguló la seguridad de su uso.
En el año 2004 se incorporó a la normativa nacional el Protocolo de Bioseguridad de Cartagena sobre la seguridad de la biotecnología moderna, que obliga a los Estados parte a establecer un reglamento que ordene el movimiento transfronterizo, el tránsito, la manipulación y utilización de los transgénicos, el cual fue incorporado entre el 2008 y 2009 por el Ministerio de Agricultura.
¿Qué señalan los expertos? La experta Antonietta Gutiérrez, de la Asociación de Desarrollo Medio Ambiente Sustentable, acotó que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) reconoce la importancia de los transgénicos “pero dice que se tienen que tomar medidas de previsión por su impacto en los recursos y la naturaleza”.
Por otro lado, Flora Luna, de la Asociación Médica Peruana, aseguró que el decreto “pone en riesgo toda la política agraria del Perú y no se ha tenido en cuenta toda la riqueza genética” del país.
Por su parte, La Municipalidad de Lima plantea declarar la ciudad “libre de transgénicos”, a esta medida se le han sumado Lambayeque y Loreto.
¿Qué resaltan los ministros de Ambiente y de Agricultura? “El Perú no está en condiciones técnicas para hacer seguimiento a los eventos transgénicos”, ha afirmado el ministro del Ambiente, Antonio Brack, quien se ha mostrado a favor la moratoria al ingreso de los organismos vivos modificados.
Para Brack, el Perú debería mantenerse en la senda de exportar productos libres de transgénicos, incluso con una mayor incidencia en los productos orgánicos y consideró que el Perú es único por su condición de país megadiverso.
Además, fue crítico al señalar que el Perú no ha desarrollado investigaciones en biotecnología no transgénica para elevar la productividad agrícola del país.
Su par de Agricultura, Rafael Quevedo, ha señalado, por su parte, que el Perú cuenta con las capacidades humanas, tecnológicas y de infraestructura para garantizar el desarrollo seguro de la biotecnología en el país.
De igual manera, consideró que una moratoria pone en peligro los acuerdos comerciales y los puestos de trabajo, al no permitirse las importaciones de estos productos con componentes de OVM.
¿Cuál es la posición de los gastrónomos y cocineros? Mariano Valderrama, presidente de la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega), remarcó que los cocineros peruanos tienen “un compromiso de solidaridad” con la diversidad de su país y el desarrollo inclusivo.
Gastón Acurio, promueve que el Perú tenga como política de Estado ser un país orgánico, “que las políticas agrícolas estén orientadas al fomento, a la creatividad, a la promoción y producción de alta calidad para nichos de productos nativos”.
“El Perú es un país megadiverso con 28 climas de los 32 en el mundo, cada 50 kilómetros te encuentras con un valle diferente y ello no sirve para grandes extensiones de cultivos, pero sí sirve para hacer un país boutique. Es decir, hay que apostar por la agricultura de altísima calidad, en pequeña producción a un gran valor de mercado. Chile, por ejemplo, es un exportador de grandes cantidades de manzanas, pero cada día tiene que lidiar con el precio. El Perú podría ser un gran exportador de la manzanita que va en cajita y que la venden a cinco dólares en Japón, el cacao, café, chocolate, etcétera y todos los productos por descubrir”.
Los gremios agrícolas, sin contar la asociación de maiceros, también han mostrado su gran descontento.
Fuente: El Comercio