Chile apuesta a la economía post-cobre con la diversificación del sector minero
La actual crisis mundial de las materias primas ha tenido importantes repercusiones en la economía chilena durante los últimos años y más directamente en el sector minero, que en estos momentos se encuentra en un punto de inflexión.
La economía de Chile se basa en la explotación de sus recursos naturales, especialmente el minero, principal impulsor del desarrollo económico del país en los últimos 30 años.
Chile cuenta con unas reservas cupríferas que ascienden a 209 millones de toneladas, lo que representa el 30 % de las reservas mundiales, según datos facilitados a Efe por la oficina económica y comercial de la embajada de España en Chile.
También es el país con mayores reservas de nitratos, yodo y carbonato de litio, y dispone de yacimientos de oro y plata.
Actualmente, Chile es el primer productor mundial de cobre, con una participación del 31 % y con siete de los doce principales yacimientos a nivel mundial, entre ellos Minera Collahuasi, El Teniente, Minera Escondida y Los Pelambres.
También es el principal productor de nitratos naturales, yodo, compuestos de litio y renio, y el tercer productor mundial de molibdeno.
El sector minero representa aproximadamente el 10 % tanto del PIB como del empleo totales. Sólo la gran minería contribuye con 224.000 puestos de trabajo directos y con 2,55 indirectos por cada uno directo.
En lo que respecta a las inversiones, durante el período 2009-2013, el sector minero fue el principal sector captador de inversión extranjera directa, con el 45 %.
Si embargo, este porcentaje se redujo en 2013 hasta el 11 % debido al clima de incertidumbre que rodea el sector a nivel mundial, cediendo la primera posición al sector energético.
La cotización del metal rojo pasó de rozar los 4 dólares la libra en 2011 hasta caer en 2015 a los 2,50 dólares de promedio anual.
En diciembre pasado se situaba en los 2,08 dólares (precio por debajo del coste de operación de la gran mayoría de las empresas mineras en Chile) y durante las primeras semanas de 2016 cayó por debajo de los 2 dólares.
Si bien esta situación es de índole global, afecta especialmente a Chile, porque su productividad es un 45 % inferior a la de Australia y Estados Unidos.
El débil crecimiento de la economía mundial, la desaceleración de China, el superávit de cobre refinado, la disminución de la demanda mundial y los bajos precios del petróleo, junto a una elevada oferta de los países productores son algunos de los factores que determinan la caída de los precios en los mercados internacionales.
La producción de cobre en 2014 alcanzó los 5,78 millones de toneladas, una cifra un 0,2 % inferior a la de 2013, que también en 2015 se redujo a los 5,68 millones de toneladas estimados.
Respecto al comercio exterior, las exportaciones mineras representaron en 2014 casi el 55 % del total de las exportaciones del país, con 41.041 millones de dólares, aproximadamente un 6 % menos que en el 2013, debido a los menores precios del cobre.
De entre todos los productos mineros, el cobre representó el 93 % de las exportaciones mineras, es decir, el 50 % sobre el total.
Según los datos registrados al cierre del último ejercicio, las exportaciones de cobre cayeron en 2015 respecto de 2014 alrededor de un 18 %, hasta los 31.123 millones de dólares, es decir, 12.313 millones menos.
En cuanto a las importaciones, la maquinaria de minería y construcción representaron en 2014 el 7 % sobre el total de las importaciones de bienes de capital, con 747 millones de dólares, cifra en caída desde los 1.985 millones de dólares registrados en 2012.
El mercado minero chileno cuenta con una importante presencia de grandes empresas multinacionales privadas (Anglo American, BHP Billliton, Antofagasta Minerals, etc.) que junto con Codelco, la empresa estatal, forman la gran minería y concentran alrededor del 93 % de la producción de cobre.
La gran minería privada del cobre ha sido tradicionalmente el principal inversor, con el 67 % del total registrado en 2014, frente al 31 % de Codelco o el 2 % de la minera privada del oro.
De cara a los próximos años, la inversión estimada a materializar para el quinquenio 2015-2019 ascenderá a 24.264 millones de dólares.
Estas inversiones se repartirían en 14.445 millones de dólares en construcción, 8.195 millones en equipos, 615 millones en servicios de ingeniería y 1.007 millones en otros, según los datos proporcionados a Efe por la oficina en Chile del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX).
Los principales desafíos del sector minero a los que Chile se enfrenta actualmente son el envejecimiento de las grandes minas y las menores leyes del mineral, la baja productividad laboral, unos costes de operación más elevados y una limitada oferta de capital humano capacitado.
Fuente: Nodal Economía