La Diaria: una década de prensa cooperativa en Uruguay
El pasado mes de marzo, La Diaria cumplió diez años. Nacido de la idea de publicar un diario de izquierda, independiente del poder político, que se vendiera a un precio bajo y por suscripción, evitando la intermediación de los quioscos, que en Uruguay suelen quedarse con cerca de la mitad del costo del periódico, hoy cuenta con unos 50 socios y socias trabajadoras de redacción, administración y distribución.
Cuando comenzó a salir en 2006, con poco más de mil suscriptores, implementaron un formato de sociedad anónima en el que los trabajadores controlaban la empresa pero parte de sus acciones habían sido vendidas a personas externas entusiasmadas por el proyecto. Aunque la posibilidad de constituirse como cooperativa estaba en el horizonte desde el principio, lograron constituirse como tal recién a mediados de 2010, convencidos de que ese tipo de relación laboral era posible y deseable.
Una mirada diferente
Según Pablo Tate, actual presidente de la cooperativa, la idea es no obligar a nadie a cooperativizarse, pero sí explicar cuando alguien ingresa que después de un cierto período se los puede invitar a ser parte. “La gente se va involucrando de acuerdo a sus ganas y muchas veces terminan integrándose a la cooperativa”, señala.
La prensa escrita impresa atraviesa un momento de crisis a nivel mundial, a medida que crecen los portales digitales y la comunicación a través de internet. Esta realidad, sumada a la dimensión de Uruguay que implica un mercado muy pequeño, pone a prueba a la cooperativa, inmersa en diferentes dificultades económicas. “El año pasado pasamos momentos bravos, luchando contra lo que implica la existencia de formatos nuevos. Intentamos sumar una distribución en los quioscos, pero no funcionó. Tuvimos que hacer un achique de puestos de trabajo y desafectar a algunas personas. Lo hicimos porque teníamos la necesidad de seguir caminando. Ese tipo de decisiones para una cooperativa son muy difíciles.”
Tate explica que parte del ingreso de La Diaria proviene de la venta de publicidad, y que la apuesta a ser independientes les lleva a menores posibilidades en ese rubro. “Tratamos de manejar nuestras propias reglas y encontrarnos en un punto en las reglas que manejan las marcas y las empresas. No ayudamos a las marcas a que sea noticia el lanzamiento de su producto. Tratamos de tener una agenda propia que tiene que ver con temas de la sociedad que nos interesan: los derechos humanos, temas de género, la gente que no tiene voz, etc.”.
La Diaria tiene hoy más de 8.000 suscriptores, y es uno de los 4 diarios con mayor tiraje del país. Además, la cooperativa lanzó hace unos años la revista mensual “Lento”, y es parte del proyecto Giro TV, con el cual ganó una licitación para obtener una señal de televisión digital abierta, en el marco de la nueva Ley de Servicios Audiovisuales, aprobada en 2014.
Tate es optimista respecto al futuro de La Diaria. “Hasta ahora hemos sobrevivido. Pensamos que la prensa impresa en papel va a seguir, más allá del contexto que estamos viviendo. Pero estamos pensando en otros formatos. Queremos encaminar nuestra web para que tenga otros contenidos multimedia. Hemos incursionado también en la generación de contenidos para instituciones del Estado, ONG y facultades. También hemos fantaseado con la posibilidad de tener una radio.”
El 20 de marzo La Diaria cumplió 10 años. Todo un hito para un medio independiente autogestionado por sus trabajadores, en un país dominado históricamente por medios vinculados a partidos políticos y grandes grupos de poder. “Tener un medio independiente autogestionado en Uruguay es casi único. Porque los medios tienen su dueño, y reflejan su pensamiento en el contenido. A pesar de las dificultades, disfrutamos esa libertad de no tenerle que hacer los mandados a nadie”.
Fuente: Cicopa
