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Los microcréditos: herramienta de integración para la comunidad trans en Pakistán

 

Una organización social de Pakistán lucha por la integración del colectivo trans mediante cursos, talleres y minicréditos que este colectivo usa para montar pequeños negocios que les den independencia económica y les ayude a salir de exclusión social que sufren.

A pesar de las medidas positivas, como el juicio legal en 2009 que otorgó las personas trans su propia categoría de género en las tarjetas de identificación nacionales y la obtención de derechos como el voto, la propiedad y la herencia, las personas trans siguen siendo uno de los grupos más desfavorecidos de Pakistán. Los términos utilizados para esta comunidad son hijras (ambiguas) o khwaja sirás (término utilizado para describir las cortesanas transgénero que bailaban en las cortes de los emperadores mogoles durante los siglos XVII y XVIII) y sufren sistemáticamente la discriminación en materia de salud, vivienda, educación y empleo, así como burlas, la intimidación y la amenaza contante de violencia física. La mayoría de sirás Khwaja se ven obligados a vivir en los márgenes de la sociedad y obtener ingresos realizando actuaciones en ceremonias tales como bodas y nacimientos, además de ser un colectivo que comúnmente se ve obligado a vivir de la mendicidad. Son una estampa muy común en los semáforos de muchas de las grandes ciudades paquistaníes como Karachi y Lahore. Aunque no existen cifras oficiales sobre el número preciso de personas trans en Pakistán se calcula que existen entre 80.000 y 500.000, de una población de 200 millones de habitantes.

En 2011, la organización de microfinanzas Akhuwat, inició un programa para reducir la exclusión social de las sirás Khwaja. En palabras del fundador y director de Akhuwat, Dr. Amjad Saqib, el objetivo era trabajar hacia la "creación de una sociedad en la que los transexuales son tratados como ciudadanos iguales sin prejuicios ni discriminación". Mientras que el programa ha incluido una amplia variedad de actividades, tales como talleres de pintura o eventos deportivos, el núcleo del programa se ha centrado en la concesión a los participantes de una pequeña subvención o beca mensual de unas 1.200 rupias (aproximadamente 6 euros) y, ya que el colectivo de las Khwaja sirás tiene generalmente un mayor riesgo de contraer enfermedades infecciosas, el aumento de la prestación de servicios de salud, especialmente centradas en la prevención y el tratamiento de la diabetes, el VIH / SIDA y la hepatitis. Recientemente Akhuwat ha empezado a centrarse en mejorar el bienestar económico de la comunidad transgénero y ahora ofrece capacitación y préstamos para iniciar negocios profesionales.

El programa de Akhuwat fue ideado tras largas entrevistas con más de 600 sirás Khwaja y sus representantes para comprender mejor los problemas a los que se enfrentan y las preocupaciones que tienen. Hasta el momento, más de 500 personas se han beneficiado del programa que se ha concentrado en la gran ciudad de Lahore, al norte del país, y que ha tenido tradicionalmente una comunidad transgénero relativamente superior, aunque Akhuwat tiene planes para expandir su trabajo pionero también a otras zonas de Pakistán. Si bien el impacto directo del programa en sí hasta el momento se ha limitado a unos pocos cientos de personas, en una sociedad muy conservadora el impacto indirecto de una de las instituciones de desarrollo islámico más grande de Pakistán que trabajan en estrecha colaboración con una de las comunidades más estigmatizadas no debe subestimarse. Con el fin de establecer un ejemplo para otras organizaciones, Akhuwat emplea a siete sirás Khwaja directamente que se encargan de esta labor.

Al igual que muchos khwaja sirás Ashi, de 60 años, nació varón, pero se identifica como mujer y sus experiencias son las mismas que han sufrido muchas personas en la comunidad transgénero. Condenada al ostracismo por su familia cuando todavía era una adolescente, se quedó sin hogar y luchó durante muchos años para alimentarse y vestirse. El poco dinero que conseguía lo obtenía bailando en las fiestas junto a otras transexuales. Ella sufría de presión arterial alta y ahora es diabética. Ashi considera que la participación en el programa de Akhuwat ha demostrado ser un punto de inflexión en su vida. Mientras que atendía a los talleres que promueven una mejor auto-higiene, dieta y salud, Ashi descubrió que Akhuwat también proporcionaba préstamos sin intereses. Solicitó un préstamo, a devolver en 15 meses, de 15.000 rupias en junio de 2012 (unos 75 euros) para establecer un negocio de venta de tejidos utilizados en la fabricación de prendas de vestir de mujer, así como ropas confeccionadas por un vendedor ambulante a las personas en su comunidad local. Por primera vez en su vida pudo obtener una renta regular. Ashi ha pagado su préstamo a tiempo; de hecho, la mayor parte de sus cuotas mensuales fueron pagados unos días antes. Una vez que había pagado por completo el primer préstamo, solicitó uno nuevo en noviembre de 2013, por un importe de 30.000 rupias (alrededor de 150 euros) para expandir su negocio con la compra al por mayor de las prendas que vende. Dicha compra, de una mayor cantidad de artículos y directa a los mayoristas, le facilitó un mejor precio y por lo tanto un aumento de su margen de beneficio. Ahora vive con su hermana casada y sus hijos, y por primera vez en su vida Ashi siente que tiene un cierto nivel de estabilidad, de independencia económica y seguridad.

Fuente: El Salmón Contracorriente

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