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Cooperativas de salud y de asistencia en Japón

 

Balu Iyer, director de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI) para Asia y el Pacífico, visitó las cooperativas de asistencia sanitaria y social, miembros en Japón de la ACI. Esto es lo que ha escrito sobre su visita. "Las cooperativas como organizaciones compuestas por socios anteponen la salud y el bienestar a las ganancias. Desempeñan un papel crucial en el cuidado de las personas, la prevención de las enfermedades, y el bienestar social de los miembros y/o dependientes".

 

El santuario de Meiji en Tokio, dedicado al emperador Meiji y la emperatriz Shoken, está situado en un parque de 200 acres con 100.000 árboles. Es un lugar sereno, austero, y tranquilo en medio de la bulliciosa ciudad de Tokio. En la sala principal hay una caja para donaciones, donde se pueden meter unos yenes (siguiendo el ritual de inclinar la cabeza dos veces, aplaudir dos veces e inclinarse de nuevo una vez más), comprar joyas o amuletos, y escribir un deseo en un Ema. Los Ema son pequeñas placas de madera que llevan imágenes de animales o del santuario y que a menudo llevan escrito un deseo.

Temprano por la mañana, había pensado en este recuerdo cuando vi una pared con todos los deseos en el Centro de Salud del Hospital cooperativo de Saitama. En estos mensajes, escritos en papel por septuagenarios, octogenarios o nonagenarios del centro, se podía leer: "Me gustaría vivir 100 años." "Quiero comer mi comida favorita." "Quiero estar cerca de mi familia".

Estuve en Saitama para ver cómo las cooperativas se ocupan de la asistencia sanitaria en Japón, una sociedad muy envejecida. Según las estadísticas oficiales, en 2013, la población de Japón se redujo en 244.000 personas, una cifra récord. La población de Japón comenzó a decrecer en 2004 y ahora está envejeciendo mucho más rápido que cualquier otro país del planeta. Un informe elaborado por el gobierno en 2012 predijo que en 2060 el número de japoneses pasará de 127 millones a cerca 87 millones, de los cuales casi el 40% tendrá 65 años o más. Una niña nacida hoy en Japón puede esperar vivir hasta los 86 años y un niño hasta los 79. En Japón, no es raro ver a setenteros conducir taxis, trabajar como guardias en las obras de construcción y o atender en las cajas de los supermercados.

Históricamente, el cuidado de los ancianos era cosa de la familia. Sin embargo, con el envejecimiento de la población, el cambio de la estructura familiar y las presiones económicas cada vez mayores, se ha observado que la desatención y el abuso hacia las personas mayores aumentaban mientras el cuidado estaba disminuyendo las opciones de acceso al empleo para un número cada vez mayor de mujeres.

Las personas mayores estaban aceptando cada vez más ingresar en hospitales y durante largos períodos de tiempo - no sólo por razones médicas, sino simplemente al no poder ser atendidos en otro lugar-.

En el año 2000, el gobierno japonés introdujo el Seguro de Cuidado a Largo Plazo (LTIC), que ofrece asistencia social a la personas de más de 65 años sobre la base de las necesidades individuales. Cuando la gente cumple 40 años empieza a contribuir al LTIC, que es en parte un seguro financiado y en parte un impuesto. Cuando se cumplen los 65 años, se adquiere el derecho a la asistencia social de amplio alcance, que va desde ayudas en el hogar como por ejemplo en la cocina o el vestirse hasta un servicio residencial intermedio o permanente. Las necesidades de cada individuo son evaluadas y se les asigna un nivel de atención que determina su nivel de derecho.

En el Hospital cooperativo de Saitama pensé que me llevarían a hacer un recorrido por las instalaciones y se me mostraría el equipo de lujo y moderno que tienen. En su lugar, me presentaron a dos miembros de la junta, las señoras Michiko Nakajima y Etsuko Isozaki, que me hablaron sobre la promoción de la salud de los ciudadanos y la prevención y la participación civil.

"Nuestras actividades ‘Kenko Hiroba’ incluyen el ejercicio físico en instalaciones y parques públicos, tales como caminar, bailar, practicar yoga, y otros programas de acondicionamiento físico. Están pensadas para que los ciudadanos salgan de sus casas y participen. Creemos que es mejor prevenir que curar."

La exclusión social es otra de las enfermedades que afectan a los ancianos. "Con el fin de que nuestros miembros se sientan incluidos socialmente hemos planteado las actividades ‘Anshin Room’ que incluyen fiestas del té, ya sea en las casas de los miembros o en instalaciones públicas o cooperativas. En estas fiestas, los miembros participan en sesiones de cocina casera, talleres de manualidades, espectáculos de canto y juegos, etc", me explicaron.

La cooperativa cuenta con un sistema en el que los miembros están entrenados para auto medirse y llevar un registro de sus datos (presión arterial, grasa corporal, pasos caminados, etc.). "Esto es muy útil en dos sentidos: uno por que ayuda al individuo a supervisarse y dos por que proporciona los datos médicos con todo momento".

En coordinación con los gobiernos locales y otras organizaciones sociales, Saitama combina la promoción de la salud con el desarrollo de la comunidad local.

La cooperativa Saitama Médica se encuentra en la prefectura de Saitama, que está al norte de Tokio. Con una población de 2,88 millones de personas, esta región se caracteriza por tener el envejecimiento más rápido a nivel nacional. También tiene la densidad más baja de médicos. A finales de marzo 2014, Saitama tenía 242.098 miembros y 2.209 empleados. El capital social total era de 61 millones de dólares y el volumen de negocios de alrededor de 189 millones.

El Hospital cooperativo de Saitama se creó en Kawaguchi City en 1978. Debido a la alta calidad de sus servicios médicos, goza de una puntuación muy alta: ocupa el segundo lugar de entre los 20 hospitales de la ciudad de Kawaguchi en cuanto a emergencias, y es el mejor en el sector privado. Mientras daba una vuelta por las instalaciones, noté una mesa donde tres personas sentadas hablaban con la gente que se detenía. Me explicaron que eran voluntarios que estaban invitando a la gente a firmar como nuevos miembros. Uno de los voluntarios era el señor Ikazawa, que es miembro de la cooperativa del hospital desde hace 30 años y voluntario desde hace 16 años. Cuando le pregunté por qué estaba haciendo esto, dijo: "¡esta es mi pasión, es lo que quiero hacer! Me siento integrado en mi edad y me espero estar haciendo algo útil. El hospital cooperativo me ha devuelto mi salud y me gustaría devolver lo que han hecho por mí de alguna manera".

Con la implantación del LTIC en 2000, se ha creado una competencia entre las empresas con fines de lucro y los proveedores de servicios no-profit. Como consecuencia, el papel del gobierno ha pasado poco a poco de ser proveedor del servicio al de controlar y regular financieramente. Existe un cargo por servicio que en lugar de restringir el acceso ayuda, a través de un programa de tarifas, a mantener los precios bajo control.

Como comenta Natasha Curry, investigadora principal de las políticas sanitarias en el Nuffield Trust: "El aceite que engrana la máquina es el administrador del servicio que tiene el presupuesto y arma un paquete de atención". En el sector privado con fines de lucro tienen a un león que centra su atención en alcanzar un número, manteniendo bajo control los costes y maximizando los beneficios. En estos mercados fuertemente regulados, las cooperativas se entienden porque proporcionan un mejor acceso a la atención sanitaria, y lo más importante, por el creciente número de japoneses excluidos de los servicios debido al desempleo y los bajos ingresos.

Las cooperativas de salud en las zonas rurales están afiliadas a la Federación Nacional de Cooperativas Agrícolas de Bienestar. Son organizaciones de segundo nivel de propiedad y control de las cooperativas de primer nivel, donde cada miembro es el beneficiario de los servicios sociales y de salud prestados por los hospitales y las clínicas. Los que funcionan en zonas urbanas están registrados bajo la Ley de las cooperativas de consumo y son propiedad y están controlados por los miembros que son a su vez consumidores.

HeW Co-op Japón es una federación nacional de cooperativas de salud y bienestar. La Federación cuenta con 111 cooperativas asociadas y entre ellas con la Unión de Cooperativas de Consumidores japoneses. Los miembros se asocian pidiendo que las cooperativas lleven a cabo los servicios de atención, ya que desean que las personas mayores sean cuidadas, incluyendo a sus propios padres y familiares que necesitan este tipo de servicios. Los trabajadores de la cooperativa son personas de media edad que buscan tener un puesto de trabajo seguro frente a los contratos a proyecto discontinuos ofrecidos por el gobierno y por ellos toman parte en la prestación del servicio de atención a los mayores. Además, el gobierno alentó a las cooperativas para entrar en el negocio del bienestar debido a que un alto porcentaje de la población femenina, tanto en áreas urbanas como rurales, estaban preparadas para prestar servicios en este campo del trabajo.

Por la tarde, tuve la oportunidad de visitar el local de Matsudo ‘Bienestar Business Place "Ajisai"’ dirigido por la Unión de Cooperativas de Trabajo japonesa (JWCU). En ausencia de un marco legal para las cooperativas de trabajo, JWCU se ha registrado bajo la Ley NPO. El centro está subcontratado a largo plazo para la atención sanitaria de la Prefectura de Chiba. Además, el centro tiene un programa para ayudar laboralmente a las personas con discapacidad y también les ayuda a vivir de forma independiente, a través de una combinación de soporte médico, seguimiento de tareas diarias, entrenamiento de auto-apoyo y transferencia al lugar de trabajo.

La señora Fumie Kobayashi, que gestiona el centro, había trabajado en diversos centros de atención, pero estaba decepcionada con el trato dado a los residentes. Ella me comentó: "Nuestro centro es el único en que las personas con discapacidad que entrenamos son empleadas como cuidadoras de los ancianos. Esto potencia a la persona y le da la confianza para valerse por sí misma".

Caminando por el centro, era emocionante ver el apoyo mutuo proporcionado por el cuidador (persona con discapacidad) y el receptor de cuidado (de edad avanzada) ¡el uno al otro! Después fuimos al Urayasu Local Business Place donde la JWCU gestiona tres centros externos para atender niños al terminar la escuela, en la ciudad de Urayasu. Este lugar, en comparación con los anteriores centros que visité, era completamente diferente. Era ruidoso, con niños corriendo mientras, de forma natural, unos adultos japoneses serios (de más de 70 años) ¡los perseguían!

¿Qué depara el futuro para el cuidado de la salud a largo plazo y en particular para las cooperativas? El profesor Akira Kurimoto y la señora Yurie Kumakura hablan de esto en el artículo reciente "La aparición y evolución de las cooperativas para el cuidado de los ancianos en Japón". La Ley de 2014 sobre el LTCI introdujo la idea de la atención comunitaria integrada (ICC), donde se prioriza la prestación sanitaria coordinada en las comunidades. Esta ICC deberá estar incrementada plenamente en 2025.

El ICC se define como un sistema que proporciona vivienda, asistencia médica, cuidados de larga duración, servicios de prevención y apoyo a la subsistencia de una manera integrada dentro de las comunidades (que asumen un aspecto similar al de un distrito de escuela secundaria). El objetivo es que las personas puedan seguir viviendo en sus lugares de origen hasta el final de sus vidas, con seguridad, incluso si su situación es grave y necesitan cuidados de larga duración.

Bajo el pronóstico sombrío de una sociedad que envejece rápidamente, y donde hay la cada vez mayor competencia entre los proveedores de servicios, estas cooperativas están luchando para asegurar su posición en este casi-mercado. Se están moviendo para realizar un modelo de ICC mediante una red de proveedores de servicios sobre la base de la construcción de comunidades, donde las personas pueden vivir con seguridad y dignidad. Necesitan crear un modelo ICC único combinando aspectos asociativos y empresariales de las cooperativas.

De mi breve visita a las cooperativas de salud y las conversaciones que he tenido, he visto que las cooperativas pueden marcar la diferencia. Las cooperativas son organizaciones basadas en sus miembros que anteponen la salud y el bienestar a las ganancias. Desempeñan un papel crucial en el cuidado de las personas, la prevención de las enfermedades, y el bienestar social de los miembros y/o dependientes.

Las cooperativas desempeñan un papel clave para las poblaciones vulnerables, incluidos discapacitados, ancianos y enfermos mentales y cuentan con un programa donde todas las atenciones están incluidas. Ni los países que cuentan con una gran cantidad de jóvenes son inmunes al envejecimiento. Un reciente editorial en el Indian Express apuntaba el aumento de la población de edad avanzada en India (donde la población de más de 60 años pasó de 76,6 millones a 103,8 millones, entre 2001 y 2011. ¡Una cifra que está muy cerca de la de la población actual de Japón!) y ¡lo describía como una naciente industria que podría convertirse en una verdadera máquina de hacer dinero al igual que lo es ya la educación escolar privada! ¿Es esto lo que queremos que represente nuestra población de edad avanzada?

Cuando nos íbamos del centro Matsuda, la señora alegre y activa que anteriormente me había servido el té me entregó un regalo hecho por los residentes. Ella tiene 76 años, goza de plena salud, se siente integrada y apasionadamente involucrada en su trabajo ¿No es lo quisiéramos todos en nuestra vejez? Formar parte de una cooperativa puede ser la respuesta.

Fuente: Cicopa

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