Finanzas P2P o cómo hacer temblar a la banca
La banca no siempre gana. Esa es una frase a la que me gustaría que nos fuéramos acostumbrando poco a poco. Hacer las cosas de una manera diferente conlleva cambios, y las finanzas, debido a su importancia en el sistema, no podían quedarse atrás.
Estamos aprendiendo a consumir y producir de una manera diferente, más racional y más eficiente, poniendo en valor nuestros bienes y servicios y dando uso a los de nuestros pares. En finanzas también existe una forma diferente de hacer las cosas y, como no podía ser de otra manera, las personas somos las protagonistas. Aún queda mucho camino por recorrer, pero digamos que aquella máxima - real o no - de “dame el control sobre el dinero de una nación y no me importará quién redacte sus leyes” tiene un serio competidor; quizás, algún día, podremos hablar de “distribuye el control del dinero de una nación y tendrás leyes para el pueblo”.
Nuevas monedas
A pesar de que, actualmente, su uso es marginal, cada vez somos más conscientes de las diferentes alternativas al dinero de que disponemos. Durante la crisis, que ha llevado al cierre del grifo a países como Grecia, se puso de manifiesto que, si hubiese existido un amplio uso de otras monedas, los efectos de esta situación se habrían, al menos, suavizado.
Bitcoin, una criptomoneda descentralizada
artículos relacionados
La economía colaborativa y la ciudadanía empoderada
Verdades y mentiras de la economía colaborativa
Solo un 10% de las plataformas de economía colaborativa persiguen la transformación social
Esta criptomoneda representa el paradigma del cambio en la concepción del dinero.
Hasta hace algunos años, todo el dinero dependía de bancos centrales (o equivalentes) que decidían su cantidad y su precio - o tipos de interés -. Bitcoin supuso un giro de 180º a este concepto: una moneda virtual totalmente descentralizada, distribuida, transparente, anónima y legal en la mayoría de los países - salvo en algunos como Ecuador, que aunque la ha prohibido ha creado una propia y cuya creación y validación de operaciones se produce a través de los nodos distribuidos. También tiene su lado oscuro debido al uso que se le ha dado para financiar actividades ilegales o por los casos de robos de datos que ha habido mediante el uso de Cryptolocker, un ransonware que ha tenido en jaque a la policía de medio mundo y que hacía uso de Bitcoin. Así y todo, pensemos que Bitcoin es más trazable que el dinero en efectivo.
El tiempo es oro y también un medio de pago
No es nada nuevo. Los bancos de tiempo existen desde hace décadas y a nivel local siguen funcionando en multitud de municipios de nuestra geografía y también fuera de nuestras fronteras. La principal característica de este sistema es que ofrece la posibilidad de que los miembros de un grupo o una comunidad intercambien diferentes habilidades y talentos sin utilizar el dinero convencional. La moneda de cambio es el tiempo y se paga o se recibe por la cantidad de horas que ha llevado la realización de la actividad solicitada.
Monedas sociales para el comercio cercano
Para fomentar el comercio local y de barrio tenemos a nuestra disposición las monedas sociales. En España hay más de un centenar y conviven con el dinero tradicional. Al igual que ocurre con el bitcoin o el tiempo, la moneda social es una alternativa firme a los sistemas centralizados, especialmente en época de crisis y/o de falta de liquidez de dinero corriente. Otra manera de empoderamiento de la ciudadanía que, en ocasiones, viene acompañada de apoyo institucional, como en el caso de Bristol, cuyo alcalde recibe su sueldo íntegramente en ‘libras de Bristol’, la moneda social de esta ciudad.
Nuevas maneras de financiar ideas y proyectos
Prestar dinero está pasando de ser una fuente de riqueza a ser una fuente de preocupaciones para la banca. La crisis cerró muchas puertas a la ciudadanía y las pymes por lo que, durante la lenta agonía para salir de la recesión, hemos aprendido a tocar otras. El crowdfunding se está convirtiendo en una firme alternativa para la financiación y aquellas puertas que en su momento no abrieron luchan por defender su reinado en un mercado con cada vez más actores y posibilidades. La ciudadanía empoderada ahora también da, presta e invierte su dinero para que muchos proyectos y empresas vean la luz o bien puedan sobrevivir. Y cada vez más proyectos y empresas ven en el crowdfunding una opción prioritaria para sus necesidades de capital.
Donación
Empezamos con la más solidaria. Se utiliza esta modalidad para recaudar dinero, principalmente para proyectos con fines sociales. A cambio se recibe la satisfacción de haber ayudado a una causa necesaria.
Recompensas
Una buena opción para validar una idea de negocio: si la intención es vender un producto antes de crearlo, no hay manera más económica de hacerlo. Además no sólo puede ser de ayuda con el diseño del producto y la comunicación, también es una fuente de financiación para muchos proyectos. Es una opción cada vez más común para a la hora de arrancar startups e implicar a las comunidades que esta tipología de empresas genera.
Crowdequity
Está llamado a ser una alternativa al capital riesgo a la hora de financiar empresas vía capital social. Una opción real a la hora de conseguir inversores diversificados en lugar de concentrados, consiguiendo así una menor dilución del emprendedor y un crecimiento no centrado únicamente en la maximización del beneficio. Estos inversores los son a cambio de participaciones en la empresa, o un porcentaje de los beneficios o de la facturación.
Si bien es una alternativa beneficiosa tanto para inversores - participación diversificada en empresas que forman parte de nuestro día a día con potenciales ganancias - como para promotores, hay que añadir que se trata de una inversión de riesgo. Esta parte debería quedar clara desde el principio, tal y como lo anuncian las plataformas que se dedican a esta modalidad.
P2P Lending
Financiación vía préstamo. Hasta aquí nada nuevo. La única novedad es que el préstamo no lo concede el banco, sino otras personas a cambio de un interés. Como la anterior opción, el P2P lending no está exento de riesgos, aunque tampoco de beneficios, tanto obvios - mayor independencia gracias a tener más opciones para financiarse -, como potenciales -vía intereses o préstamos con mejores condiciones.
La banca no siempre gana
Tal y como se concluyó en el Fintech Summit , estamos en un momento en el que la banca no sabe si todos estos cambios son el enemigo o posibles aliados para acercarse a una demanda cada vez más exigente e independiente que quiere conseguir dinero de otra forma y que quiere que su dinero aporte valor.
El sector ve claro que la demanda está cambiando y que, por ejemplo, los millennials prefieren ir antes al dentista que a la sucursal bancaria. Las entidades bancarias saben, además, que la financiación ahora también depende de nosotros y que la transparencia forma parte de esta revolución de valores que estamos viviendo. Y es que la banca no siempre gana, y nosotros estamos aprendiendo que hay muchas formas de poder empezar a equilibrar la balanza hacia nuestro lado.
Fuente: El Salmón Contracorriente