De la mano del productor y sin intermediarios
INTA participó de una nueva edición de la Feria Soberana que se realizó en el Campus de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
El frasco de mermelada casera reflejó los suaves rayos del sol de una jornada fría de otoño. Ese detalle se multiplicaba en el brillo de los 25 puestos que lucieron de fiesta en el Campus de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) donde se realizó una nueva edición de la “Feria Soberana: conectando mano a mano productores y consumidores”, iniciativa de la Cátedra Libre de Agricultura Familiar y Soberanía Alimentaria (CLAFySA) de la Facultad de Ciencias Agrarias que promueve la Economía Social y Solidaria. Se sumaron INTA AMBA, SENASA y la conducción del Centro de Estudiantes por el Movimiento de Agronomía y Zootecnia (MAYZ).
De esta iniciativa participan docentes, estudiantes y no docentes en el proceso de inclusión social de organizaciones de la agricultura familiar y emprendedores artesanos. Así varios participantes consultados coincidieron que este lugar brinda la posibilidad de ofrecer productos sin trabas ni intermediarios, fomenta la agricultura familiar y ayuda a los pequeños productores.
A través de 25 stands, 18 de alimentos y siete de artesanías, los visitantes degustaron y compraron productos artesanales variados como: quesos de vaca y oveja, dulces, encurtidos, escabeches, verduras de estación, conservas de hortalizas varias, vinos orgánicos, licores y cervezas artesanales.
Verónica Mautone de la Cátedra Libre de CLAFySA de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNLZ remarcó que quienes venden en la Feria Soberana trabajan con una línea agroecológica donde los productos son “más naturales sin aditivos ni agroquímicos y respetan el medioambiente y la biodiversidad en lo que producen”.
Este tipo de mercados, explicó Mautone a la agencia universitaria AUNO, “permiten que se empoderen los productores y evita los intermediarios que inflan la cadena de valor y hacen que los alimentos lleguen a precios tan caros a las góndolas de los supermercados”.
Gustavo Tito, director del INTA AMBA sumó que “el conurbano bonaerense tiene una gran cantidad de habitantes pero también cuenta con un equipo muy importante de profesionales que llevan adelante una excelente tarea con los productores. Y de ahí es que surgen estas ferias que son clave para bajar los costos y darle mucha más frescura a los alimentos que llegan a los consumidores”. INTA AMBA posee una Oficina de Desarrollo Local en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNLZ donde, entre otros temas, se apoyan y se difunden este tipo de iniciativas.
Las metas de esta feria son lograr un consumo responsable mediante la fijación de precios con las propias organizaciones y que el consumidor identifique la trazabilidad de aquello que consume estableciendo un mano a mano con el productor: interiorizándose en el proceso de la elaboración o, por ejemplo, conocer si está trabajando en alguna red de productores.
En esta línea Mariana Barros, otra de las organizadoras por la cátedra libre, indicó que “este tipo de jornadas son ideales para que los consumidores puedan conocer los productos de los agricultores familiares y emprendedores locales que forman parte de una propuesta de comercialización distinta pensada desde la universidad”.
Productos y saberes
En este espacio constituido como un lugar de intercambio de productos y saberes, se presentaron charlas sobre la soberanía alimentaria, indicaciones sobre cómo armar una huerta agroecológica (que permite a los alimentos mantener sus propiedades naturales conservando sus cualidades nutritivas intactas, vitaminas, minerales y proteínas realzando sabor, aroma y color de los alimentos) y se ofreció una radio abierta para que los productores compartan sus experiencias.
Este tipo de comercialización brinda un espacio a las diversas maneras de producción teniendo en cuenta la valoración de formas campesinas que son las responsables del 70% de los alimentos que llegan a la mesa de los pueblos a escala global, según datos reconocidos por organismos como FAO. Esto lo remarcan los organizadores quienes destacan que también se reconoce la movilización de los sectores consumidores preocupados por la conservación del medio ambiente y la calidad de la alimentación.
Les doy mi palabra
El decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de Lomas de Zamora, Carlos Rossi, ponderó la realización de la feria en el campus de la UNLZ al que consideró “como el lugar propicio para hacer este tipo de encuentros de comercialización por la cantidad de estudiantes que se reúnen” y adelantó que en 2017 “también el edificio de Agrarias va a funcionar en el predio” ya que actualmente lo hace a un kilómetro en la reserva Santa Catalina en Llavallol.
“Este espacio es ideal para poner en valor todo el trabajo que realizan distintas organizaciones de productores del periurbano del Gran Buenos Aires en conjunto con el INTA AMBA, institución con la que nuestra facultad tiene convenios para desarrollos en agricultura familiar. Es clave ver como quienes producen y elaboran están mano a mano con el comprador ofreciendo buenos precios, calidad y generando un crecimiento en su emprendimiento además de un arraigo hacia su lugar y medio de vida”, sostuvo Rossi.
Los agricultores familiares consultados, que tenían su puesto en la feria, coincidieron que es muy bueno que se le pueda vender directamente al consumidor ya que no hay intermediarios y podemos mostrarle cómo se hace el producto y todo su proceso.
“Estos eventos son un apoyo al primer productor quien al agregarle valor a lo que ofrece puede obtener mejores ganancias que si sólo vende la materia prima. Y eso debe aprovecharse”, destacaron elaboradores de dulces y conservas.
Cargada con una hermosa planta, un bolsón de verdura, una botella de vino patero, pan recién horneado, nueces y frutas listas para comer, Susana de Lomas de Zamora, prometió regresar a buscar más productos frescos y orgánicos: “Encontré productos de calidad y un muy buen trato. Para la próxima edición, sin dudas, pueden contar conmigo”.
También Ramiro Gastón, de Turdera, quien llevaban sus manos repletas de bolsas, expresó: “Me gustó mucho la feria. Me parece una gran idea que se realice en forma periódica ya que nos permite descubrir alimentos muy naturales y nutritivos. Y hasta artesanías de muy buen nivel”.
La jornada fue una fiesta para todos los sentidos. Un recreo para cada uno de los visitantes…. Y sin intermediarios.
Fuente: INTA