Galletitas: lo que las empresas nos ocultan
En Argentina, hay galletitas muy famosas como las merengadas, las oreos, las todys, las sonrisas o las melbas, por solo nombrar algunas de las más consumidas en el mercado con records en las ventas.
En la televisión vemos muchas publicidades, donde se las muestra como un alimento saludable para que consuman principalmente los más pequeños. Detrás de las risas de los niños, los vasos de leche y los cuentos del abuelo, hay un producto que está muy lejos de ser saludable. Más bien es todo lo contrario y a continuación nosotros los que trabajamos para producirlas vamos a contarte algunos detalles sobre una de estas galletitas, sobre su elaboración, que tal vez hagan que se te vaya el apetito.
En primer lugar vamos a empezar hablando del relleno, que es lo que más les gusta a todos, la realidad es que más allá de alguna que otra esencia, sus principales componentes son un 60% de azúcar y aproximadamente un 40% de grasa. Respecto a las tapas, las elaboramos con una gran cantidad de químicos (bicarbonato de sodio y amonio, fosfato monocálcico, vainillina, lecitina de soja) que mezclamos con harina de sorgo (una de las más baratas del mercado) y con más azúcar y grasa líquida, pero esto no es todo, la mercadería es reutilizada en todas sus etapas de elaboración. Tanto la “crema” del relleno como la masa de las tapas que sobran, se mezclan con los nuevos amasados días después. Las tapas que ya pasaron por los hornos pero no pudieron envasarse, también se re procesan, estas algunas veces llegan a estar semanas estacionadas, en contacto con la humedad y el polvo, hasta que se muelen y son agregadas al comienzo del proceso del nuevo amasado.
Lo que queremos decir con todo esto para que se entienda es que el que come una de estas galletitas, está comiendo una galletita que no se sabe cuántos reprocesos tiene, es como si preparamos un guiso y todos los días en vez de hacer uno nuevo, le vayamos agregando un poco del que nos quedó el día anterior.
Como trabajadores de la alimentación nos parece importante mostrar cómo es en realidad lo que consumimos, las empresas (muchas de ellas multinacionales) se llenan los bolsillos con millones de dólares a costa de nuestro esfuerzo y muchas veces nuestra salud. A ellos lo único que le importa es tener más ganancias abaratando costos, en un rubro delicado como el alimenticio, llenan las góndolas de los supermercados con galletitas a base de azúcar y grasa afectando nuestra salud, principalmente la de los chicos y chicas que lo consumen, aportando a la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad. Tenemos que pararle la mano a estas empresas que no solo explotan, maltratan, discriminan y persiguen a sus trabajadores, sino que también hacen productos adictivos y nocivos con tal de aumentar sus ganancias.
Fuente: La Izquierda Diario